Agricultura

Tinajo es un pueblo con una tradición agrícola y ganadera heredada de los primeros pobladores de la isla, por lo que la sabiduría popular en estas actividades hace de Tinajo referencia obligada cuando tratamos el  sector primario.

La agricultura en este municipio ha tenido tres etapas diferenciadas; la primera y más antigua basada en el monocultivo de cereales (cebada, centeno, trigo, millo…), no en vano Lanzarote y Fuerteventura representaron el granero de Canarias y otras zonas Peninsulares. Otra etapa mucho más reciente que abarcó la guerra civil española con una agricultura de subsistencia tras la falta de productos importados de la España peninsular. En este periodo hay que señalar la revolución que supuso los arenados artificiales. Y una tercera y última etapa en la que se combinan tanto la primera como la segunda etapa, si bien, los monocultivos de cereales fueron sustituidos por el tabaco, la cebolla…

El tabaco y posteriormente la cebolla  representaron durante varias décadas y hasta no hace muchos años las cosechas principales en Tinajo. El tabaco se cultivó durante la década de los 50 del siglo XX con excelentes resultados, hasta que en los primeros años de 1980 por diversos motivos este cultivo decayó de forma inexorable.

Fue entonces sustituido por la cebolla. Hortaliza que por su delicioso sabor dulce, menos fuerte que las que se producen en otros lugares del mundo se exportó en grandes cantidades a la península, aunque también acabaron en mesas de Inglaterra, Holanda, Alemania etc. La isla exportaba cebollas en cantidades muy superiores a las que consumía, y más tarde con la suma de otros países exportadores de cebollas, su precio de mercado decayó provocando paulatinamente el abandono de este producto, si bien se sigue plantando en la actualidad pero a una escala mucho menor que hace algunos años. Además de las cebollas, papas, lentejas, garbanzos, calabazas, melones, sandias, batatas  etc. son  propias de la agricultura Tinajera.

Cabe reseñar que el que exista agricultura en Tinajo se debe al ingenio, fuerza de voluntad y constancia de los propios Tinajeros que durante siglos se han visto forzado a trabajar la tierra sin desfallecer a pesar de las continuas pruebas que la naturaleza ha puesto al campesino frente al medio y las  condiciones meteorológicas adversas que ha tenido que soportar; profunda insolación y escasez de lluvia.

De esta escasez de lluvia paradójicamente radica el factor más importante para la elaboración de vino de calidad, lo que obliga en muchas zonas de Tinajo a unas plantaciones peculiares, que implica enterrar las vides en grandes hoyos con el propósito de encontrar la tierra fértil, rodeando con piedra su perímetro como es el caso de la Geria. En otras zonas de Tinajo se aprovechan ya los muros perimetrales de las parcelas agrícolas, protegiéndose en ambos casos  las cepas de los continuos vientos secos del norte de África y sacarle partido al picón (ceniza volcánica) de su poder de retención de agua, provenientes de la humedad de los vientos alisios del Atlántico.

Las cepas de Tinajo cuentan, en muchos casos, con edades de noventa e incluso superan el siglo, aunque la media general oscila entre los treinta y cincuenta años. La malvasía es la uva predominante; uva de escaso tamaño y rendimiento, pero de gran calidad por su sabor y perfume. Otras variedades que  se cultivan son la blanca moscatel romano, listan blancas, diego, listan negras