Ganadería

A pesar de la aridez de las zonas de pasto Tinajeras, la cabaña caprina  y en menor medida la ovina, han estado siempre presentes en el paisaje municipal, ejemplo de ello son los corrales dispersos que aún hoy podemos encontrarnos en muchas zonas del municipio. Estas estructuras generalmente circulares, conformadas con piedra seca, servían para reunir el ganado por la tarde-noche para su ordeño.

Otro ejemplo de la importancia ganadera que tuvo Tinajo son los pajeros, que aunque en menos cantidad que antaño podemos también hoy día encontrar. Estos pajeros no eran más que apilamientos de paja de cereales, leguminosas y especialmente de  palote (rama del maíz) que los campesinos concentraban mayoritariamente en sus eras en forma de tronco cónico cuya parte superior cubrían con tierra para proteger la paja de la lluvia y el sereno. Los pajeros eran los que en estaciones de extrema sequía conseguían paliar en gran medida la falta de pasto fresco para el sustento de los animales domésticos.

En todas las familias tinajeras era indispensable contar con un par de cabras en sus hogares como suministradoras de leche y carne. 

En la actualidad esta realidad doméstica y familiar ya no es prioritaria debido a los cambios en las condiciones de vida, si bien quedan familias que son reticentes a perder esta tradición, manteniendo algunos ejemplares de cabras con las que elaboran principalmente quesos para el disfrute de la familia. El grueso de esta actividad ,hoy en día, es exclusiva de los ganaderos que suministran de leche y carne los diferentes mercados. 

Los rebaños

Los rebaños están compuestos principalmente por animales hembras, los más apreciados al ser productores de leche, fundamental en el régimen alimenticio y en la elaboración del queso. Sin embargo, también es enorme la importancia de los machos o “chivatos”, ya que la mejora de la raza depende de las cualidades de los sementales. Lo normal es tener un macho por cada 25-40 cabras, aunque como mínimo en cada rebaño existe un macho viejo y uno joven que le sustituirá en el futuro. Igualmente es frecuente entre los pastores el intercambio de los machos para evitar la degeneración de la raza. Un elevado número de chivos son sacrificados con solo 8-10 días de vida a fin de utilizar sus estómagos llenos de leche, una vez secos, en la elaboración de queso; hoy día se disponen de cuajos artificiales.

Por último hacer mención al perro, compañero inseparable de los pastores en sus recorridos diarios. La posesión de un buen perro era y es motivo de orgullo entre los cabreros. Los primeros perros destinados a esta labor eran principalmente los bardinos; animales infatigables, tenaces, fieles y obedientes a las órdenes de su amo, al tiempo que capaces de ejercer su cometido sin dañar a los animales del rebaño,  en la actualidad se ha ampliado la gama de perros pastores.