Ermita de San Roque

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Descripción

La Iglesia de San roque se encuentra ubicada en el centro urbano de Tinajo. Frente a la entrada principal existe una plaza que lleva el mismo nombre del Santo. Esta iglesia fue construida como ermita en la segunda mitad del siglo XVII (1679) bajo la advocación de San Roque por el beneficiado y vicario de la isla de Lanzarote Guillén de Bethencourt. Ampliada hacia 1738, y convertida en segunda parroquia de la isla el 29 de Junio de 1792, por el prelado Antonio Tavira y Almanzan. Alrededor de 1800 soporta nuevas reformas que suponen su ampliación y mejora. El edificio está formado por dos naves desiguales en consonancia con la techumbre a dos aguas, dos capillas, una sacristía con techo a cuatro aguas, un almacén, un baptisterio alojado en una pequeña capilla (configurado con una puerta de celosía). En la parte trasera se eleva el coro de piso de madera con balaustrada, formando una segunda planta. Las puertas de acceso de la fachada sur y este se encuadran en un conjunto de arcos de piedra basáltica y toba roja. La entrada a la Iglesia por la puerta sur se efectúa a través de un cancel que porta dos luminarias ovaladas. La techumbre es mudéjar portando motivos pintados en los que predomina el color turquesa. La zona del altar de la nave central posee un techo blanco poligonal. La nave del evangelio conserva el pavimento de piedra original. El interior del edificio presenta un conjunto de arcos de medio punto y columnas toscanas. La cubierta es de torta al estilo tradicional, y con alero lateral de piedra de tipo calizo pintado. Los muros se encuentran realizados en fábrica de piedra sentada con barro y paja en su interior, y el exterior con mortero de cal o de cemento fruto de reparaciones relativamente recientes. En la parte exterior de la Iglesia parroquial de San Roque podemos contemplar una de las joyas científicas y patrimoniales más valiosas de Canarias. El reloj solar. Según consta en una de sus inscripciones esta pieza fue colocada el 20 de mayo de 1851, por F. R. Fernández. Siglo y medio después sigue siendo testigo mudo de varias generaciones, del acontecer diario y de las miles de charlas que tienen lugar bajo su viejo pero aún firme mástil. Las iniciales F. R. Fernández corresponden a un vecino del pago de la Vegueta, marinero de profesión y que en uno de sus últimos viajes a la costa Africana, construyó el reloj en el barco y lo regaló a la iglesia de San Roque de Tinajo en 1851 según nos cuenta D. francisco Spinola que durante más de 40 años se ha preocupado de sus cuidados, encargo que le encomendó D. Tomás, tío suyo y párroco de la iglesia de San Roque desde principios del siglo XX. Hay otros nombres propios relacionados con esta joya, como puede ser el de D. Sebastián Jiménez Sanchez delegado provincial de excavaciones arqueológicas quien refiriéndose al reloj allá por los años sesenta escribió una carta al párroco donde le sugiere “que el reloj lo conserven como siempre. Tal vez sea el único en el archipiélago canario. Tomé nota del mismo y pienso dedicarle un articulo en breve”. Relojes estos condenados a desaparecer por la aparición de nuevas tecnologías, fueron durante mucho tiempo guardianes de la puntualidad de este singular pueblo campesino. Sus marcas horarias van desde las seis de la madrugada a las seis de la tarde, y cada hora esta subdividida en cuatro cuartos de hora. Al no utilizar la enumeración romana (teniendo en cuenta la fecha de su datación) cabe pensar que ésta fue cambiada en alguna de las reparaciones efectuadas a lo largo de estos 150 años. Según manifestaciones de D. francisco Spinola en los últimos cuarenta y largos años que ha mimado este Reloj tres han sido las reparaciones que se le han hecho. Nota: Cuando observamos la hora de un reloj de Sol, lo que medimos es la hora verdadera local, esto es, la que marca el Sol en el lugar donde estamos. No suele coincidir con la hora civil porque esta responde a criterios más económicos y políticos.

29.066728415685, -13.676656030164